El incidente ocurrió en la tarde, cuando Boric, conocido por su estilo cercano, decidió caminar por la plaza. Sin embargo, la presencia del presidente fue rápidamente detectada, y decenas de transeúntes se congregaron para expresar su frustración.

“¡Boric, renuncia!”, “¡No más inseguridad!” y “¡La economía nos está matando!” fueron algunas de las consignas que resonaron. Videos compartidos en redes sociales muestran al mandatario intentando dialogar, pero los gritos ahogaron sus palabras, obligándolo a retirarse en medio de una lluvia de críticas.

Los motivos detrás del escrache reflejan las principales preocupaciones de los chilenos. La inseguridad, exacerbada por el aumento de delitos violentos y la presencia de crimen organizado, encabeza las críticas. Según la Fundación Paz Ciudadana, el miedo a ser víctima de un delito alcanzó un récord del 30 por ciento en 2024, mientras que la percepción de inseguridad supera el 90 por ciento.

A esto se suma una economía estancada, con un crecimiento promedio de apenas 1,9 por ciento anual entre 2014 y 2023, y proyecciones de crecimiento nulo para este año, según el Ministerio de Hacienda. La polarización política, agudizada tras el rechazo al proyecto constitucional de 2022 y escándalos como el caso Convenios, también ha erosionado la popularidad de Boric.

Analistas señalan que el escrache es un síntoma del desencanto con un Gobierno que asumió con promesas de transformación, pero que se enfrenta a dificultades para concretarlas. “Boric llegó con un discurso utópico, pero la realidad lo ha forzado a un pragmatismo que no satisface ni a sus bases ni a la oposición”, afirmó María López, académica de la Universidad Mayor.

La presión de cara a las elecciones de 2025, donde Boric busca consolidar una coalición progresista, añade más tensión al escenario.

Por el momento, la administración del mandatario no emitió un comunicado oficial sobre el incidente, pero fuentes cercanas indican que el presidente lamentó la hostilidad y reiteró su compromiso con el diálogo. Sin embargo, la imagen de Boric abandonando la plaza bajo abucheos ya circula como un símbolo del desafío que enfrenta en su último año de mandato.