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También denunció "espionaje ilegal"

Gabriel Boric dijo estar absolutamente tranquilo tras la filtración de sus escuchas en el caso ProCultura

Boric dice tener “absoluta tranquilidad” tras filtración de escuchas en caso ProCultura. Gobierno y Frente Amplio denuncian “espionaje ilegal”, pero persisten dudas sobre su rol.

El caso ProCultura, una investigación por presunta malversación de fondos públicos, colocó al presidente Gabriel Boric en el centro de una tormenta política.

La filtración de escuchas telefónicas realizadas por la Policía de Investigaciones (PDI) en octubre de 2024, en el marco de esta pesquisa, expuso una conversación privada entre Boric y la psiquiatra Josefina Huneeus, cercana a su entorno. La interceptación, que no debía involucrar al mandatario, ha desatado críticas por posibles irregularidades en la investigación y acusaciones de “espionaje ilegal” desde el oficialismo.

La controversia escaló cuando el contenido de la conversación, aunque sin implicancias penales directas, generó cuestionamientos sobre la cercanía de Boric con figuras vinculadas al caso.

La Fundación ProCultura, acusada de malversar recursos, fue señalada como un punto de conexión con el Frente Amplio, coalición del presidente. Esto llevó a que el fiscal Patricio Cooper, a cargo de la investigación, fuera acusado por el oficialismo de filtrar información selectivamente para dañar la imagen del gobierno. En este contexto, Boric rompió su silencio el este lunes, desde Japón, donde asiste a la Expo Mundial 2025.

En una breve declaración a la prensa, afirmó: “Siempre he sostenido y reitero en este momento que cuando se investigan casos de malversación a la fe pública o cualquier tipo de delito no puede haber un doble estándar, y ante esta situación yo doy garantías de que sigo manteniendo la misma posición: caiga quien caiga, que se investigue todo lo que se tenga que investigar”. Además, aseguró tener “absoluta tranquilidad respecto a todo lo que he hecho”, buscando despejar dudas sobre su involucramiento.

Sin embargo, sus palabras no han calmado las aguas. Desde el gobierno, la ministra vocera (s), Aisén Etcheverry, expresó el 10 de mayo su “preocupación” por las filtraciones, subrayando que Boric “no tiene ningún rol procesal” en el caso, ni siquiera como testigo.

Esta postura fue reforzada por el Frente Amplio, que en un comunicado del mismo día denunció las escuchas como “espionaje ilegal” y acusó al fiscal Cooper de actuar con intenciones políticas.

Según la coalición, no existe evidencia de vínculos financieros entre Boric y ProCultura, y las filtraciones buscan desprestigiar al presidente. Pese a estas defensas, la oposición ha aprovechado el escándalo para cuestionar la transparencia del gobierno.

Parlamentarios de Chile Vamos y Republicanos han exigido que Boric aclare su relación con Huneeus y otros involucrados, mientras analistas advierten que el caso podría erosionar la confianza pública en La Moneda. La falta de detalles en las declaraciones del jefe de Estado, limitadas por su agenda en Asia, alimentó especulaciones.

Por ahora, el caso ProCultura sigue en desarrollo, con la PDI y el Ministerio Público bajo escrutinio por el manejo de las escuchas. Mientras Boric insiste en su “absoluta tranquilidad”, la ciudadanía espera respuestas más contundentes.

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