A través de un decreto que se publicará en los próximos días, Argentina eliminará gradualmente los impuestos a los celulares, que actualmente gravan un 8 por ciento, tras una primera reducción desde el 16 por ciento.

A partir del 15 de enero de 2026, el arancel será completamente suprimido, lo que podría traducirse en una baja de hasta un 30 por ciento en el precio de estos productos, según estimaciones oficiales.

Esta política despertó preocupación al otro lado de la cordillera, ya que los celulares son uno de los productos más demandados por los argentinos en Chile. Según datos de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile, las ventas de artefactos eléctricos registraron un aumento del 11,1 por ciento anual en marzo, con un crecimiento acumulado del 6,5 por ciento en el primer trimestre. Este sector, aunque superado por indumentaria y artículos para el hogar, fue clave en el comercio minorista chileno.

En este contexto, especialistas chilenos advierten que el país podría perder a una parte significativa de sus visitantes argentinos, quienes representan el 71 por ciento de los turistas extranjeros que llegan a Chile. La posibilidad de que los tours de compras, que impulsan las ventas en malls y shoppings, disminuyan ha encendido las alarmas en el sector comercial.

Pese a esta preocupación, algunos expertos destacan que las ofertas en indumentaria podrían seguir atrayendo a los argentinos, gracias a la calidad y precios competitivos de la ropa en los comercios chilenos, lo que podría mitigar parcialmente el impacto.

Por otro lado, la diferencia de precios en productos tecnológicos entre Argentina y otros países es notable. Un celular de alta gama cuesta en Argentina 2.566 dólares, mientras que en Chile se consigue por 1.147 dólares, en España por 1.290, en el Reino Unido por 1.143 y en Estados Unidos por 1.011 dólares. Esta brecha también se observa en otros productos, como televisores de 43 pulgadas, que son un 40 por ciento más baratos en Brasil, un 55 por ciento más económicos en México y significativamente más accesibles en Chile.

Asimismo, equipos como aires acondicionados son un 37 por ciento más baratos en Chile y hasta un 55 por ciento más económicos en Brasil y México. Estas diferencias han incentivado a muchos argentinos a realizar compras en el extranjero, una práctica que ahora podría reducirse con los cambios impositivos en su país.