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El ocaso de un gobierno que defraudó

Boric intentó redimirse como feminista y la senadora Campillai lo fulminó: "No cumplió ninguno de sus compromisos"

Contando los minutos para abandonar la Presidencia, Gabriel Boric intenta meter por la ventana varias reformas para limpiar su imagen, pero su accionar durante estos años lo condenan y exponen.

A pocos meses de abandonar La Moneda, el presidente Gabriel Boric intenta, con torpeza, rescatar su imagen de progresista comprometido. Sin embargo, su gestión es un castillo de naipes que se derrumba bajo el peso de promesas incumplidas, especialmente con las víctimas del estallido social de 2019.

La senadora Fabiola Campillai, quien perdió la vista por el disparo de una lacrimógena durante las protestas, ha sido una de las voces más críticas, acusando al mandatario de un abandono absoluto: “No cumplió ninguno de sus compromisos con las víctimas y sobrevivientes del estallido”.

En tres años de gobierno, Boric apenas puede mostrar dos medidas concretas en torno al estallido: el retiro de querellas por la Ley de Seguridad del Estado, que no liberó a ningún preso, y el indulto a trece condenados por hechos de las manifestaciones. Organizaciones de víctimas y sobrevivientes denuncian que estas acciones son insuficientes, y que las promesas de justicia y reparación integral, repetidas en cuentas públicas y en el programa de campaña, se quedaron en el papel.

Campillai recuerda con amargura el encuentro en San Miguel durante la campaña de segunda vuelta en 2021. Allí, Boric se reunió con ella, Gustavo Gatica y otras víctimas, pidiendo su apoyo y comprometiéndose a impulsar justicia, una Comisión de Verdad y una ley de reparación. “Hicimos campaña por él. Fue electo. Pero ya en el gobierno, nos dio la espalda”, sentencia la senadora.

Un ejemplo claro es la Mesa de Reparación Integral, creada bajo la subsecretaría de Haydee Oberreuter y presidida por Campillai. Tras un año de trabajo, en marzo de 2023 se entregó al Ejecutivo el informe Propuestas y Recomendaciones para una Reparación Integral. Sin embargo, Boric no realizó un acto oficial de recepción, no avanzó en el catastro de víctimas y, en un gesto que Campillai considera una traición, removió a Oberreuter de su cargo.

La senadora no se rindió. En octubre de 2023 impulsó la “Mesa de DD.HH. por una Vida Digna” y, junto a agrupaciones, elaboró un Proyecto de Ley de Reparación Integral que incluye una Comisión de Verdad. Pero este proyecto, que requiere el patrocinio del Ejecutivo, ha sido ignorado. “Nos recibieron en La Moneda, prometieron revisar el documento y responder en enero. Llegó marzo, pidieron más tiempo ‘para reflexionar’. Hoy, en junio, seguimos sin respuesta”, lamenta Campillai.

La parlamentaria también critica la falta de compromiso legislativo de Boric. “Apoyaron la Ley Nain-Retamal y no defendieron indicaciones clave en el proyecto sobre Reglas de Uso de la Fuerza, como la proporcionalidad o la prohibición de disparar a la cabeza”, apunta. Para ella, esto refleja la tibieza de un gobierno que, lejos de cumplir, ha optado por el silencio y la inacción.

Con un tono de decepción que resuena como epitafio político, Campillai sentencia: “El Presidente no se ha puesto los pantalones y no ha dado la cara a las víctimas ni a los sobrevivientes”. Mientras Boric se prepara para dejar el cargo, su legado parece marcado por el abandono de quienes confiaron en sus promesas de cambio.

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