¡Vergüenza militar! Fusiles y balas se esfuman del Ejército, mientras los "defensores" miran para otro lado en 17 robos

Mientras los chilenos esperamos que el Ejército cuide nuestras fronteras, parece que algunos uniformados están más ocupados perdiendo fusiles y balas que defendiendo el país.
Desde 2022, la institución castrense acumula 17 episodios de desaparición de armas y municiones, un escándalo que pone en jaque su credibilidad y expone una alarmante desidia interna.
Carabineros lidera el listado de instituciones policiales y militares con mayor cantidad de armas desaparecidas desde el año 2012, concentrando casi el 60% de los 383 extravíos o robos registrados desde 2012, según reveló una investigación del medio Interferencia. pic.twitter.com/IaKsRDMGAV
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El caso más reciente, ocurrido esta semana en el Regimiento Nro. 2 "Maipo" en Valparaíso, es de película de bajo presupuesto: seis sujetos redujeron a dos conscriptos y se llevaron dos fusiles de guerra como si fueran souvenirs. Pero esto no es nuevo. En 2022, en el Regimiento Chacabuco de Concepción, dos fusiles volaron; uno sigue en el limbo.
Y en 2023, en el Regimiento Buin de Recoleta, una ametralladora –¡de museo, para más remate!– se esfumó sin dejar rastro. ¿Dónde están las armas, señores generales?
Las municiones, en tanto, parecen tener patas propias. Según datos del Ejército, obtenidos vía transparencia por Informe Especial, en 2022 se perdieron 27 unidades; en 2023, la cifra saltó a 85; y en 2024, hasta mayo, ya iban 70.
Lo peor: la mayoría no aparece. Estos "extravíos" no son exclusivos de un cuartel; han ocurrido desde Iquique hasta Coyhaique, pasando por Antofagasta, La Serena, Santiago, Temuco y más. Es como si el país fuera un patio trasero donde cualquiera puede servirse del arsenal militar.
Rodrigo Pino Riquelme, jefe del Estado Mayor General del Ejército, confirmó que 14 de los 17 casos involucran municiones y solo dos, armamento pesado. Pero la excusa de que "son solo balas" no cuela. ¿Qué pasa con los controles? ¿Quién rinde cuentas por este descontrol que pone en riesgo la seguridad nacional?
Mientras los ciudadanos pagamos por un ejército que debería protegernos, estos incidentes sugieren que algunos están más dedicados a engrosar el mercado negro que a cumplir su deber.