Según ellos, Boric no solo rompió con la prescindencia política, sino que también se aprovechó de su cargo para financiar un viaje electoral innecesario, dejando en segundo plano sus responsabilidades familiares. La oposición no da tregua.

La Unión Demócrata Independiente (UDI) también se sumó al ataque, acusando a Boric de intervencionismo electoral por respaldar públicamente a Jeannette Jara, candidata del oficialismo.

En un acto en la sede del Partido Socialista, Boric habría dado un espaldarazo a Jara, lo que motivó otro oficio a Contraloría para que Pérez determine si violó el principio de prescindencia.

La contralora, por su parte, aclaró que el Presidente tiene un “estatuto especial” regulado por la Constitución, pero la presión para una fiscalización más dura crece. El viaje a Magallanes, que costó a los chilenos más de 31 mil dólares, levanta sospechas sobre el uso indebido de recursos públicos.

“¿Qué hacía Boric votando en primarias no obligatorias mientras debía cuidar a su hija?”, ironizan desde RN.

La denuncia pone en jaque la transparencia del mandatario, quien ya enfrenta críticas por presuntas irregularidades en su campaña presidencial, como el uso de firmas falsas para inscribirse.

Pérez, conocida por su rigor, podría iniciar una fiscalización implacable. La oposición espera que Contraloría no solo revise el viaje, sino también el historial de Boric en materia de probidad.