Artzyeli, quien será reemplazado por Peleg Lewi, recordó el bochornoso episodio de 2022, cuando Boric se negó a última hora a recibir sus cartas credenciales, un hecho “inédito en la historia de la diplomacia”.

Lejos de amilanarse, el exembajador asegura que el incidente le abrió puertas para conectar con chilenos de todos los sectores, desde académicos hasta políticos, que solidarizaron con él. “Fue una maldición que terminó en bendición”, ironizó, citando la Torá.

El diplomático no escatimó en críticas. Según él, Boric ha mostrado una actitud “negativa” hacia Israel desde su época de congresista, con una lista de incidentes que incluyen el rechazo a una lata de miel por el Año Nuevo judío, calificar a judíos como “chacales” y hasta pedir que se retiraran banderas israelíes en eventos oficiales.

Pero lo más grave, dice Artzyeli, es que Boric nunca condenó el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos, ni ha recibido a la Comunidad Judía del país en tres años y medio.

“Es la única minoría que ha rechazado”, sentenció.A pesar del desencanto con el actual gobierno, Artzyeli se mostró optimista sobre el futuro de las relaciones entre Chile e Israel, destacando el potencial en áreas como innovación, tecnología y agricultura.

Propuso que el país podría convertirse en la “capital de la innovación de América Latina” si adopta políticas como las que Israel implementó hace décadas. Sin embargo, lamentó que este gobierno “no tiene interés en colaborar”.

Sobre la situación en Gaza, Artzyeli fue claro: la tragedia humanitaria es innegable, pero la responsabilidad recae en Hamas, que confisca la ayuda y usa a la población como escudo. “Israel no impide la entrada de ayuda, pero queremos que llegue a los civiles, no a los terroristas”, afirmó.

Con una elección presidencial en el horizonte, el exembajador confía en que un nuevo gobierno pueda retomar los lazos históricos con Israel. Mientras tanto, su salida deja una advertencia: la postura de Boric no solo daña la diplomacia, sino que proyecta una imagen de intolerancia que no pasa desapercibida.