Después del vergonzoso comportamiento de los hinchas locales en Argentina, Boric prometió "erradicar la violencia"

El presidente Gabriel Boric, con su habitual retórica de buenas intenciones, anunció que los 104 hinchas de la Universidad de Chile, arrestados tras el bochornoso espectáculo de violencia en el municipio de Avellaneda (Argentina), ya están libres.
En un mensaje en redes sociales, el mandatario chileno soltó: “Me informa el ministro Álvaro Elizalde que la fiscalía acaba de decretar la libertad de los 104 detenidos de la Universidad de Chile que permanecían en comisarías en Argentina”.
Me informa el Ministro Álvaro Elizalde que la fiscalía acaba de decretar la libertad de los 104 detenidos de la Universidad de Chile que permanecían en comisarías en Argentina.
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) August 22, 2025
Seguiremos trabajando por erradicar la violencia en los estadios y a la vez defendiendo los derechos…
Como si fuera un gran logro, añadió que “seguiremos trabajando por erradicar la violencia en los estadios y a la vez defendiendo los derechos de nuestros compatriotas”. Palabras bonitas, pero la realidad es más terca.
El martes por la noche, el Estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini se convirtió en un campo de batalla. Los hinchas de la U, en un arranque de salvajismo, lanzaron piedras y bombas de estruendo contra la platea local. La respuesta de la barra de Independiente no se hizo esperar, desatando un enfrentamiento que dejó heridos por montones y un partido de Copa Sudamericana suspendido.
Las imágenes que circularon en redes sociales son elocuentes: corridas, golpes y sangre. Un desastre que ahora espera las sanciones de la Conmebol, mientras los clubes se lavan las manos.
En medio del caos, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, y el ministro chileno Álvaro Elizalde se reunieron en Buenos Aires, en la sede de Gelly y Obes 2287, junto al director de Seguridad en Eventos Deportivos, Franco Berlin.
¿El objetivo? “Dialogar y analizar” lo ocurrido, como si una charla pudiera frenar a estos energúmenos o peor aún, recuperar las vidas que se perdieron y la integridad de una mujer que fue abusada sexualmente durante los incidentes.
Mientras Boric promete soluciones, los violentos ya están sueltos, y la pregunta sigue en el aire: ¿cuándo se tomarán medidas serias contra las barras que convierten los estadios en zonas de guerra?