La ofensiva no es nueva. El 14 de agosto, en los Premios Presidente de la República, Boric ya había calificado de “censura” la intervención de Trump, que exige alinear contenidos con “ideales estadounidenses” y eliminar lo que llama “contenido woke”.

Trump, en Truth Social, escribió: “El Smithsonian está fuera de control, donde todo lo que se discute es lo horrible que es nuestro país, lo mala que fue la esclavitud y lo poco exitosos que han sido los oprimidos. Nada sobre el éxito, nada sobre la genialidad, nada sobre el futuro”.La Casa Blanca dio 120 días a los museos para ajustar su “tono y encuadre histórico”.

En marzo, Trump firmó una orden ejecutiva que amenazó con cortar fondos al Smithsonian, el mayor complejo museístico del mundo, por supuestamente promover “adoctrinamiento”. En mayo, la presión llevó al despido de Kim Sajet, directora de la National Portrait Gallery.

A meses de dejar La Moneda, Boric parece más interesado en las políticas culturales de EE.UU. que en resolver los pendientes de su gestión, que aún busca resultados tangibles en Chile.