Se mete donde no le corresponde: Boric denuncia genocidio en Gaza durante conmemoración del golpe de 1973

En la conmemoración del golpe de Estado de 1973, el presidente Gabriel Boric centró su discurso en los crímenes de Israel en Gaza, mientras Chile mantiene denuncias activas ante la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia por crímenes de guerra y genocidio en la región.
“Si Dante hubiese visto Gaza hoy, no habría tenido necesidad de pintar el infierno; lo hubiese copiado”, afirmó Boric, citando a José Martí. El mandatario vinculó la situación en Gaza con la memoria de Chile, asegurando que “nos duele Gaza. No permanecemos indiferentes, así como el mundo no fue indiferente cuando bombardearon La Moneda”.
En un complejo operativo que tomó meses, hemos hoy recibido exitosamente a 68 ciudadanas y ciudadanos palestinos provenientes de Gaza, 36 de ellos niños, niñas y adolescentes, cuya vida corría peligro ante el genocidio en curso.
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) September 13, 2025
Chile hace honor a su himno patrio. https://t.co/ziLEfzYMJJ
En su discurso, Boric enumeró los crímenes cometidos por Israel, incluyendo hambrunas intencionadas, ataques indiscriminados contra civiles, asesinatos de periodistas y defensores de derechos humanos, así como víctimas infantiles.
Desde el inicio de la ofensiva de 2023, Boric ha mantenido una postura crítica frente a Israel: un mes después del ataque de Hamás, Chile llamó a consultas a su embajador en Tel Aviv y en mayo de 2025 retiró a los agregados militares de su embajada en protesta por la situación humanitaria.
Además, se ha sumado a denuncias internacionales, junto a México y Colombia en la Corte Penal Internacional, y presentó acusaciones de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia con el respaldo de Sudáfrica.
El discurso del mandatario concluyó con una advertencia sobre los riesgos de la erosión democrática: “Muchas veces la antesala de estas tragedias es el debilitamiento paulatino de la democracia. Por eso nosotros decimos: ‘democracia siempre’”.
Sin embargo, su intervención generó cuestionamientos sobre la conveniencia de usar un acto conmemorativo de la dictadura para abordar conflictos internacionales y sobre la coherencia de vincular tragedias externas con la política interna chilena.