El Papa León XIV aprovechó la reunión con Boric para expresarle su preocupación por la inseguridad y abusos religiosos
En un encuentro que mezcló reflexión y crudeza, el presidente Gabriel Boric se reunió este lunes con el Papa León XIV en el Vaticano. La cita, descrita por Boric como “bonita y reflexiva”, tuvo un tono serio al abordar la crisis de la Iglesia chilena.
El Pontífice no se guardó nada: le transmitió al mandatario el “dolor” que le causan los casos de abusos sexuales en el clero local, un eco del malestar que ya había sentido el Papa Francisco.
El diálogo giró en torno a la exhortación apostólica Dilexi Te, que insiste en atacar las raíces de la pobreza con humildad y respeto por las diferencias. Boric, siempre atento a las señales, dijo que el mensaje del Papa cala hondo en quienes llevan las riendas del poder.
“Nos llama a mirar las desigualdades con humanidad y solidaridad”, afirmó en redes sociales, como quien subraya lo obvio, pero necesario. La conversación no se quedó en lo espiritual. Tocaron la situación en Gaza, con las negociaciones de paz en curso, y celebraron los 40 años del tratado entre Chile y Argentina, mediado por el Vaticano en 1978.
Pero el golpe más directo fue la crítica papal a la inseguridad y el deterioro social en Chile, un tema que resuena en un país donde la confianza en las instituciones sigue tambaleando. Como gesto final, Boric extendió una invitación formal al Papa para visitar Chile.
“Sería un honor tenerlo en nuestra tierra”, dijo, dejando la puerta abierta a una visita que podría sacudir el ambiente con un mensaje de unidad. Por ahora, León XIV no confirmó fechas, pero la idea ya está sobre la mesa.
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