El dardo busca acorralar a Boric en plena recta final de su mandato, cuando la campaña presidencial ya calienta motores. El error ministerial, que disparó las tarifas y golpeó el bolsillo de miles de contribuyentes, desató una ola de críticas. Boric, desde Panquehue, salió al paso.

Sin mencionar directamente a Kast, habló de “quienes desde los barrios altos dicen que Chile se cae a pedazos” y prometió que su gobierno trabajará “hasta el último día” para corregir el daño.

Aseguró que los fondos cobrados de más serán devueltos, pero no dio plazos concretos ni detalles sobre cómo se ejecutará. Kast, sin embargo, no afloja. Insistió en que el gobierno debe “rendir cuentas ya” y no esperar al cambio de mando.

El caso, que suma presión a un Boric ya desgastado, aviva el fuego de una campaña donde la transparencia se perfila como bandera de la oposición. Mientras, el presidente sigue prometiendo soluciones, pero el reloj no para y la desconfianza crece.