Se advierte que tras un sismo pueden presentarse réplicas, por lo que la población debe mantenerse alerta. Entre las medidas de prevención, se aconseja contar con un plan de protección civil, organizar simulacros de evacuación, identificar zonas de seguridad y preparar una mochila de emergencia.

Durante un temblor, se debe conservar la calma, alejarse de objetos que puedan caer y no utilizar ascensores ni permanecer en escaleras o marcos de puertas. Si se está en un automóvil, estacionarse lejos de edificios, árboles y postes; y en la costa, trasladarse a zonas altas ante la posibilidad de tsunami. Las personas con movilidad reducida deben proteger cabeza y cuello mientras frenan la silla de ruedas.

Chile, ubicado en un territorio altamente sísmico, ha registrado desde 1570 alrededor de 100 sismos de gran magnitud, con casi 30 movimientos superiores a 8.0. Entre los más importantes destacan:

• Sismo de Valdivia (1960): Magnitud 9.5, causó un tsunami de hasta 10 metros y más de 2.000 víctimas.

• Terremoto del 27F (2010): Magnitud 8.8 en la región del Maule, seguido de un tsunami que afectó a varias regiones del país, con más de 500 fallecidos.

• Terremoto de Chillán (1939): Magnitud 8.3, considerado el más letal, afectó gravemente a Concepción y Chillán, colapsando servicios básicos y dejando graves carencias de alimentos y agua.

La actividad sísmica de hoy recuerda la vulnerabilidad del país y la importancia de la prevención y preparación ante futuros eventos telúricos.