El fenómeno también fue atribuido por la prensa peruana a la advertencia del candidato José Antonio Kast, quien “invitó” a los migrantes a salir del país antes del 11 de marzo, señalando que luego se irán “con lo puesto”. En paralelo, el Gobierno ha intentado bajar el tono.

El ministro Luis Cordero sostuvo que el flujo es “relativamente normal” y destacó el diálogo con Perú. El ministro Álvaro Elizalde anunció el despliegue de Víctor Ramos y Rafael Collado, mientras Cancillería confirmó que el lunes sesionará el Comité Binacional de Cooperación Migratoria.

Desde Arica, Ramos cifró en 14 las personas en frontera y afirmó: “hablar de crisis yo creo que es innecesario”. Sin embargo, lo que más ruido generó fue el silencio del Mandatario, que no ha respondido a Kast, quien lo emplazó a “hacerse cargo personalmente” en Arica.

Expertos coinciden en que Boric optó por un rol secundario tras la primera vuelta. Felipe Vergara apunta a que Jara se ha desmarcado del Gobierno, obligando al Presidente a replegarse. José Francisco Lagos advierte que esta pasividad “termina perjudicando a la candidatura, pero también al país”.

Juan Pablo Rodríguez agrega que Boric ya no confronta a Kast y actúa pensando en su propia salida: evitar ponerle la cara a una derrota que considera predecible.