Alianzas peligrosas: Biden le advirtió a Boric sobre la "trampa de la deuda china"
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió el viernes durante una cumbre sobre desarrollo y migración, de la cual participó el mandatario Gabriel Boric, a fomentar los bonos verdes y facilitar la inversión de miles de millones de dólares en América Latina para que pueda “elegir” entre Estados Unidos y “la trampa de la deuda” china.
“Estados Unidos ya es la mayor fuente de inversión en América Latina y el Caribe, y vamos a asegurarnos de que nuestros vecinos más próximos sepan que pueden elegir entre la diplomacia de la trampa de la deuda y enfoques transparentes de alta calidad para las infraestructuras y el desarrollo”, afirmó en la primera cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP).
Estados Unidos, donde viven 63 millones de hispanos, acusa a China, socio comercial ineludible en la región, de utilizar la deuda para alcanzar objetivos estratégicos. Para contrarrestar la creciente influencia de Pekín, Biden anunció que “la Corporación Internacional Financiera de Desarrollo de Estados Unidos y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzan una nueva plataforma de inversión para destinar miles de millones de dólares a la construcción de infraestructura sostenible” en América.
El mandatario no dio cifras, pero dijo que el dinero se destinará sobre todo a “fortalecer las cadenas de suministro críticas, puertos modernos, redes de energía limpia (e) infraestructura digital” porque son “los componentes básicos” de “una economía competitiva y resistente”.
Compromiso con L.A
La transición energética y la protección del medio ambiente también están en el punto de mira de Washington, que se compromete a promover, en colaboración con el BID, un fondo con bonos verdes y azules, ambos mecanismos vinculados a la protección ambiental del tipo que llevó adelante Ecuador reestructurando deuda para liberar dinero con destino al cuidado de la naturaleza.
La reunión transcurrió en la Casa Blanca entre Biden y los mandatarios de Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, República Dominicana, Uruguay, Canadá y Barbados, así como los ministros de Relaciones Exteriores de México y Panamá. América “puede convertirse en la región económicamente más competitiva del mundo”, afirmó Biden.
Pero debe superar desafíos como el cambio climático, las desigualdades de ingresos y sobre todo la migración, un quebradero de cabeza para el dirigente demócrata, a quien los republicanos acusan de no hacer lo suficiente para frenarla en la frontera con México. Para conseguirlo, defiende abordar la crisis “estabilizando las poblaciones migrantes” donde se encuentren, proporcionándoles estatus legal y ayudas y promoviendo una migración “segura y ordenada” con programas que les permitan trabajar.