El estudio, titulado "Servicios de Salud 2025", reveló cifras significativas: siete de cada diez personas manifestaron haber enfrentado síntomas depresivos al menos una vez, mientras que un 78 por ciento dijo experimentar estrés de manera cotidiana.

Además, el 43 por ciento de los consultados afirmó haber recurrido a medicación o atención profesional por motivos de salud mental, y un 60 identificó las largas esperas como el principal obstáculo del sistema de salud.

Consultas en aumento y señales de alerta

En el ámbito clínico, las tendencias muestran un incremento sostenido en la demanda de atención. Carolina Alarcón, psicóloga del Centro Médico San Rafael, explicó que las consultas han crecido de forma considerable.

"Hoy estamos mucho más familiarizados con el tema. Ya no hay tanto estigma asociado a consultar con un psicólogo. Nos falta tomar conciencia de la importancia de los tratamientos preventivos, porque los pacientes a menudo llegan cuando ya se sienten sobrepasados y no tienen herramientas para manejar ciertas situaciones", comentó.

La especialista destacó que los signos de alerta frecuentes incluyen problemas de concentración, alteraciones del sueño, cambios en el apetito y una sensación constante de tristeza o irritabilidad.

"La irritabilidad aparece mayormente en adultos. Si nos enfocamos en niños, niñas y adolescentes, resulta fundamental vigilar la presencia de conductas disruptivas, que no se acomodan a determinados contextos o bien, que no se espera que cursen en dicha etapa del ciclo vital", sostuvo.

El rol del ejercicio en la salud mental

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, conmemorado recientemente, se subrayó también la relevancia de las terapias complementarias.

Un estudio internacional con 347 mil participantes de 50 países reveló que el 40 por ciento de las personas con dolor crónico presenta depresión o ansiedad clínica, reforzando la conexión entre cuerpo y mente.

José Manuel Valdés, kinesiólogo del Centro Médico San Rafael, recalcó la importancia del ejercicio como herramienta terapéutica.

"El ejercicio libera endorfinas que reducen el dolor y generan sensación de bienestar. Por eso, en pacientes con cuadros de salud mental o dolor crónico, se convierte en una terapia clave", señaló.

Valdés explicó que los programas más efectivos combinan ejercicios cardiovasculares, de fuerza y de alta intensidad, adaptados a cada persona.

"Lo importante es tomar el ejercicio como un hábito de vida. No se trata solo de movimiento físico, sino de una forma de sanar desde lo biológico y lo emocional", enfatizó.