El represor Krassnof sumó una nueva condena y acumula más de mil años de cárcel
La Corte Suprema confirmó este viernes la sentencia que condena a 20 años de prisión al ex militar Miguel Krassnof Martchenko, uno de los agentes más sanguinarios de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989), que suma ya más de mil años de presidio.
En un fallo unánime, el tribunal ratificó además la misma pena a César Manríquez Bravo, Pedro Espinoza Bravo y Raúl Iturriaga Neumann, todos ellos agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), los servicios secretos de la dictadura, por su responsabilidad en el secuestro de la pareja de cineastas Jorge Hernán Müller Silva y Carmen Cecilia Bueno Cifuentes.
Así es.
— Ed (@Ed_outsider24) February 23, 2024
Mientras el criminal Krassnof suma años y años...
¿Cuántos criminales/asesinos, cómplices andan caminando libres por las veredas?. https://t.co/OwpxI0E0BP
También condenó a 12 años de prisión a otras 22 personas consideradas coautores y al fisco a pagar una indemnización de 50 millones de pesos chilenos (más de 54.000 dólares) a la hermana demandante de la víctima Bueno Cifuentes, por daño moral.
Krassnoff, conocido como El Ruso pese a su origen austríaco, suma con esta condena 1047 años de cárcel por su participación en la brutal represión que siguió al golpe de Estado militar que en 1973 acabó con el gobierno democrático del socialista Salvador Allende.
El Ruso, quien nunca ha reconocido su culpa, cumple sus más de 25 penas ratificadas en el penal de Punta Pueco, al igual que otros miembros de la época de la represión.
Según la sentencia, el 29 de noviembre de 1974, Carmen Cecilia Bueno Cifuentes y su pareja Jorge Hernán Müller Silva, militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fueron detenidos en la vía pública por agentes pertenecientes a la DINA. Ambos fueron trasladados al centro de detención y tortura conocido como Villa Grimaldi, donde fueron interrogados y vejados antes de ser enviados a un recinto de reclusión clandestino denominado Cuatro Álamos, en Santiago. Desde entonces, se desconoce su destino y su paradero.
La represión de Pinochet causó miles de muertos y detenidos desaparecidos, cuyas familias luchan todavía por conocer su destino y reclaman que se haga justicia.