Los fuertes temporales y vientos que azotan desde el inicio de la semana al país han dejado más de 2.100 viviendas damnificadas, tres de ellas completamente destruidas, y unos 8.000 afectados en la región centro y sur del país, donde las autoridades decretaron la zona de catástrofe ante los potenciales riesgos derivados de las extremas condiciones climáticas.
Las regiones de Bío Bío y Ñuble, en el sur, son las más golpeadas y atravesarán el miércoles el peor día del sistema frontal que llegó al país el pasado lunes. El Ministerio de Educación suspendió las clases en toda la región de Bío Bío y varias otras comunas aledañas hasta el viernes, lo que se traduce en 1.351 centros educativos cerrados a nivel nacional.
Asimismo, cerca de 7.000 personas fueron afectadas por las inundaciones y estragos causados por los fuertes aguaceros, que también provocaron daños en la infraestructura, caídas de árboles, deslizamientos de tierra, cortes de calles y carreteras y el desbordamiento de ríos, informó el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Ante el riesgo por el creciente aumento de los caudales de los ríos las autoridades han emitido alertas de evacuación para los residentes más expuestos, como los que viven cerca de los ríos Curanilahue, Pichilo, Lía y Andalíen, uno de los más grandes de Bío Bío.
En concreto, el Senapred precisó que los eventos meteorológicos han dejado hasta el momento 482 personas damnificadas mientras que otras 479 permanecen aisladas y casi 8.000 están sin energía eléctrica.