La salida de Yáñez, que debía concluir su mandato en noviembre, era anticipada debido a la política establecida por la ministra del Interior, Carolina Tohá. Según esta directriz, cualquier alto funcionario investigado formalmente por la Fiscalía debe renunciar a su cargo. Tras presentar su dimisión en el Palacio de La Moneda, Yáñez aseguró que su decisión es de convicción personal: "Esta decisión duele, pero es un deber cumplirla porque este uniforme se debe honrar y dignificar. No me presentaré a una audiencia de formalización como general director en servicio activo", declaró.

La renuncia se produce en un contexto de creciente violencia en el país, lo que ha generado críticas hacia las autoridades de seguridad por parte de la oposición. Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia y una de las principales figuras de la derecha, expresó su descontento en redes sociales, señalando: "El que hace la pega en seguridad renuncia, y los que fracasan siguen ahí". Por su parte, el presidente del Senado, José García Ruminot, calificó la salida de Yáñez como "una señal errónea", atribuyendo la renuncia a decisiones políticas del Gobierno.

Yáñez había intentado postergar su audiencia de formalización, inicialmente programada para el 7 de mayo, tras el asesinato de tres policías en abril. Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó este viernes un nuevo intento de aplazamiento.

Con una carrera marcada por su experiencia en terreno, Yáñez ha desempeñado funciones en diversas regiones del país, incluyendo Viña del Mar, Colchagua y Tarapacá, antes de asumir como jefe de Orden y Seguridad y, posteriormente, como general director de Carabineros.